Liderazgo, Formación de Equipos y Delegación en Toma de Decisiones

Formar equipo y delegar la toma de decisiones en los distintos actores de la escuela, son herramientas fundamentales para una gestión educativa de excelencia.  Formar equipos implica lograr que el directivo y el resto del personal de la escuela constituyan un grupo cooperativo, armonioso y trabajador, de alta calidad y eficiencia en el desarrollo de las tareas que han acordado como metas.

            El Líder debe favorecer que el equipo desarrolle un espíritu de cuerpo que permita a sus miembros interactuar equilibradamente en las dimensiones de las tareas a realizar en el procedimiento de trabajo y el proceso socio-afectivo entre ellos, de manera de que cada miembro desempeñe el papel asignado, haciendo el mejor uso de su talento para integrar sus habilidades, donde es vital la auto evaluación,  como mecanismo de retroalimentación para identificar los problemas y plantear las acciones correctivas que aseguren resultados exitosos (Holos, s/f, p. 12).

            Además, el líder debe apoyar el equipo para que este logre el equilibrio entre las fuerzas (motivacionales, de interés y de responsabilidades compartidas), que lleva a crear, mantener y aumentar la unión del grupo (Moreno, 1997, p. 132). En este sentido, el líder debe generar en el grupo un espíritu de compromiso con su misión y valores en el cumplimiento del programa acordado y un clima de participación, tanto para la acción comprendida como sobre su estado de ánimo y sentimientos. 

            Por otra parte, el éxito de todo líder está determinado por su capacidad de delegar en el equipo, funciones y tomas de decisiones que estén a su alcance, y así liberar tiempo para acometer acciones de mayor valor.  Para delegar con éxito el directivo debe: seleccionar el trabajo y organizarlo, identificar a la persona adecuada, motivarla y prepararla para la ejecución del trabajo, asegurándose de su plena comprensión y a la vez estimular su independencia en la ejecución, y ejercer el control y supervisión que aseguren los resultados de calidad esperados (Graffe, 2000, p. 68).