Sujetos
a condiciones naturales e históricas, los japoneses haciendo uso de sus
principios y filosofías, idearon y dieron forma a un sistema de producción que
llevó a sus principales empresas a lo más alto del podio mundial, desplazando
en competitividad a las grandes corporaciones estadounidenses, germanas,
francesas e inglesas entre otras. Marcas como Honda, Toyota, Toshiba, Sony son
algunas de las muchas que constituyen no sólo sinónimo de calidad, sino también
de rentabilidad y productividad.
Este
sistema es el producto de una serie de desarrollos y métodos generados por
consultores de la talla de Ishikawa, Imai, Onho, Karatsu, Mizuno, Taguchi,
Shingo y Tanaka entre otros, los cuales se inspiraron en los principios
desarrollados y expuestos ante ellos por especialistas de la talla de Deming y
Juran.
El
sistema al cual hacemos referencia se denomina kaizen, lo cual significa
“mejora continua que involucra a todos”. Es pues un sistema integral y
sistémico destinado a mejorar tanto a las empresas, como a los procesos y
actividades que las conforman, y a los individuos que son los que las hacen
realidad. El objetivo primero y fundamental es mejorar para dar al cliente o
consumidor el mayor valor agregado, mediante una mejora continua y sistemática
de la calidad, los costes, los tiempos de respuestas, la variedad, y mayores
niveles de satisfacción.
La
filosofía fundamental que le da vida y sobre la cual se basa el kaizen es la
búsqueda del camino que permita un armonioso paso y utilización de la energía.
Es por ello que el kaizen tiene por objetivo fundamental la eliminación de
todos los obstáculos que impidan el uso más rápido, seguro, eficaz y eficiente
de los recursos en la empresa. Obstáculos como roturas, fallas, falta de
materiales e insumos, acumulación de stock, pérdidas de tiempo por reparaciones
/ falta de insumos / o tiempos de preparación, son algunos de los muchos que
deben ser eliminados.
El
kaizen no por simple es menos efectivo, habiendo revolucionado con su cambio
estratégico de perspectiva todos los paradigmas existentes en occidente.
Paradigmas que le costaron y aun le cuestan muy caro a las empresas
occidentales. Basta para ello observar lo acontecido con la industria automotriz
y electrónica.
El
kaizen se basa en los siete sistemas siguientes:
Sistema
Producción “Justo a Tiempo” (conocidos como Just-in-Time o Sistema de
Producción Toyota). Mediante el reconocimiento y eliminación de los diversos
tipos de despilfarros y desperdicios, y haciendo uso del Kanban, tiene por
objetivo producir en la medida y condiciones requeridas por los clientes y
consumidores, evitando de tal forma los altos costes financieros por
acumulación de insumos y productos terminados. De tal forma se logran altos
niveles de rotación de inventarios, y consecuentemente altísimos niveles de
rentabilidad.
TQM
– Gestión de Calidad Total. Tiene por objetivo lograr la calidad total e
integral de todos los productos / servicios y procesos de la empresa. Hacer
factible ello implica la puesta en práctica del Control Estadístico de
Procesos, como así también la utilización de las “Siete Herramientas
Estadísticas de Gestión de Calidad” y de las “Siete Nuevas”.
TPM
– Mantenimiento Productivo Total / SMED. El Mantenimiento Productivo Total
contribuye a la disponibilidad de las máquinas e instalaciones en su máxima
capacidad de producción, cumplimentando los objetivos en materia de calidad, al
menor coste y con el mayor grado de seguridad para el personal que opera las
mismas. En tanto que el SMED persigue como objetivo el reducir el tiempo de
preparación o de cambio de herramientas, evitando con ello la producción en
series largas, logrando de tal forma disminuir los inventarios y haciendo más
fluido el traspaso de los insumos y productos en proceso.
Actividades
de grupos pequeños como los Círculos de Control de Calidad, permiten la
participación del personal en la resolución de problemas o bien en la búsqueda
de soluciones para el logro de los objetivos.
Sistema
de Sugerencias. Destinado no sólo a motivar al personal, sino además a utilizar
sus conocimientos y experiencias. Constituye una “puerta de ingreso” a las
ideas de los trabajadores.
Despliegue
de políticas, tendiente a la plena participación de todos los niveles y áreas
de la empresa en las actividades de planificación como en las de control y
evaluación.
Sistema
de Costos Japonés, basado en la utilización del Análisis de Funciones, Coste
Objetivo y Tabla de Costes, persigue como objetivo la reducción sistemática de
los costes, para lo cual se analizan de forma pormenorizada y metódica los
niveles de fallas, desperdicios (mudas en japonés), componentes y funciones,
tanto de los procesos y actividades, como de los productos y servicios
generados.
Dentro
de la estrategia empresaria la utilización de estos sistemas en el enfoque
kaizen, persiguen como objetivos:
La
reducción en los niveles de fallas y errores, o sea aumentando los niveles de
calidad a un nivel de “fallas por millón”.
Reducción
en los niveles de inventarios, aumentando de tal forma los niveles de rotación.
Incremento
sistemático y continuo en los niveles de productividad, y consecuentemente
reducción constante en los costes.
Reducción
de los tiempos del ciclo y en los plazos de respuesta. De tal forma se logran
menores tiempos para el desarrollo de productos y su puesta en el mercado. De
igual forma son más rápidas las respuestas a los requerimientos de los
clientes, disponiendo de mayores niveles de flexibilidad.
Ventaja
estratégica en materia de márketing, pues al mejorar de manera constante los
procesos permiten ofrecer al mercado productos y servicios más económicos, por
otro lado al mejorar continuamente los productos y servicios amplia el ciclo de
vida de los mismos; manteniéndose siempre por delante de sus competidores. Por
último y como ya se dijo anteriormente al reducir los tiempos de diseño y
desarrollo de productos y procesos, les permite continuamente llegar con nuevos
y mejores productos al mercado. Un claro ejemplo de ello son los relojes
(Casio, Seiko, Sharp, Citizen) y calculadoras.
Hacer
factible tales objetivos implica llevar a la práctica por un lado las “Cinco S”
y por otro aplicar los sistemas antes enunciados a los efectos de la
estandarización de los procesos y la detección, prevención y eliminación de las
mudas (desperdicios).
En
cuanto a las famosas “Cinco S”, éstas tienen por objetivo implantar tanto el
orden, como la limpieza y la disciplina en el lugar de trabajo (gemba) de
manera tal de hacer factible la gerencia visual, y contribuyendo tanto a la
eliminación de desperdicios, como al mejoramiento en las labores de
mantenimiento de equipos y a la disminución en los niveles de accidentes. Otra
contribución muy importante es la de ampliar los espacios físicos.
Las
“Cinco S” comienza con la separación entre aquellos elementos necesarios para
las labores cotidianas, de aquellos que no lo son. El segundo paso es ordenar
los elementos necesarios de forma tal de evitar tanto su extravío, haciendo de
tal forma más fácil su detección y posterior utilización. El tercer paso
consiste en la limpieza tanto del espacio físico, como de las máquinas y
herramientas. Ello permite por un lado evitar accidentes, por otro ayuda a
detectar más rápidamente roturas y fallas de maquinarias, logrando de tal forma
un mejor mantenimiento preventivo, y por otro lado contribuye a incrementar la
autoestima y motivación del personal. El cuarto paso es la del aseo personal y
la utilización de los elementos necesarios para las actividades (ejemplo:
guantes y anteojos de protección). El quinto y último punto es la disciplina
necesaria para repetir de manera continua y regular los anteriores pasos.
Cuando
de estandarización se trata el objetivo del kaizen es mejorar haciendo uso de
la “Curvas de Aprendizaje y de Experiencia” los niveles de manera continua,
para lo cual llevan a cabo el proceso de Planear-Realizar-Evaluar-Actuar. Una
vez llegado a un más alto objetivo se procede a estandarizar los procesos de
forma tal de asegurar la continuidad de los mismos y a partir de ellos ir en
busca de nuevos retos. El kaizen insta a retar continuamente nuevos objetivos.
Llegamos
ahora al gran objetivo del kaizen, la eliminación total de los desperdicios
(mudas). Entre las siete mudas clásicas descriptas por Onho se tienen:
Las
mudas por sobreproducción
Las
mudas por exceso de inventarios
Las
mudas de procesamiento
Las
mudas por transporte
Las
mudas por movimientos
Las
mudas por tiempos de espera
Las
mudas por fallas y reparaciones
Comprender
la razón de ser de cada una de ellas y los métodos para su detección,
prevención y eliminación es uno de los principales objetivos en materia de
capacitación tanto de directivos como de personal.
Así
los consultores japoneses consideran que en las empresas occidentales sujetas a
los sistemas tradicionales de gestión se hace uno de dos veces más personal del
necesario, cuatro veces más espacio físico del requerido y hasta diez veces o
más tiempo del necesario para cumplimentar un ciclo.
Los
excesos inventarios, productos en proceso y productos terminados son la
resultante no sólo de una filosofía de gestión orientada a “empujar” al mercado
los productos, sino además es una forma de protegerse de las discontinuidades
en la producción provocadas por falta de insumos, roturas de maquinarias,
fallas en los procesos, prolongados tiempos de preparación, y diseños de
plantas inconsistentes con los procesos (producción por funciones en
contraposición a la producción en células de trabajo). Este exceso de insumos y
productos terminados o en proceso origina la necesidad de mayores espacios
físicos, incrementando los costes de manipulación, los costes de administrar
los stock, mayores costes financieros, costes por roturas, vencimientos y fuera
de moda, además de entorpecer las labores diarias.
Las
mudas de transporte hace referencia a los traslados internos innecesarios,
productos de los malos diseños tanto de las plantas como de los procesos
productivos, lo cual generan costos pero no agregan valor para los consumidores
finales.
En
el caso de los movimientos generadores de desperdicios son todos aquellos que
por no contemplar tanto un mejor diseño de los circuitos, procesos y
actividades generan menores niveles de productividad en los trabajadores
producto de la realización de movimientos innecesarios y un mayor desgaste
físico.
Los
mudas por tiempo de espera apuntan tanto a los tiempos desaprovechados por la
falta de insumos, la rotura de maquinas o bien los tiempos de preparación de
las máquinas y herramientas.
En
el caso de los fallos y errores, y consecuentemente la posteriores actividades
de corrección o bien la pérdida lisa y llana de los elementos, está ello
ocasionado en la falta de un control continuo y en la aplicación de medidas
preventivas (poka-yoke) que permitan generar los productos y servicios
correctos a la primera. Esto está directamente relacionado con el último muda
que son los de procesamiento. Diseñar correctamente los procesos en su debido
momento incide significativamente en los costes posteriores de producción.
El
kaizen no sólo es posible aplicarlo en Occidente, es además necesario y
obligatoria su puesta en marcha si se pretende seguir siendo competitivos en
una economía globalizada. Esa mejora continua debe tener como base el
perfeccionamiento constante de profesionales, directivos y personal en
organizaciones que tengan en el aprendizaje continuo una forma y medio
fundamental de continuar existiendo como tales en las próximas décadas.
Autor:
Mauricio Lefcovich
Consultor
en Administración de Operaciones y Estrategia de Negocios
Especialista
en Kaizen y Seis Sigma
E-mail:
mlefcovich@hotmail.com
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